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Alimentación durante el cáncer

Alimentación durante el cáncer

La alimentación durante el cáncer no cura el cáncer ni es una alternativa a ninguno de los tratamientos convencionales. Esta terapia complementaria no representa por si sola una alternativa a la quimioterapia, radioterapia o cualquier otro tratamiento recomendado por tu oncólogo.

Si algún profesional de la salud te afirma que esto es una alternativa o que te puedes curar del cáncer sin hacer los tratamientos convencionales, por favor ponte en contacto con nosotros a través de nuestro formulario.

“Que el alimento sea tu mejor medicina y que tu mejor medicina sea tu alimento” rezaba Hipócrates de Cos, médico Griego del siglo IV antes de Cristo.

La medicina ha evolucionado mucho desde entonces pero, tal y como demuestran recientes estudios científicos, esta máxima sigue estando vigente.
Del mismo modo que un paciente que tiene el colesterol alto, hipertensión, diabetes o un simple resfriado -por poner varios ejemplos- debe evitar ciertos alimentos y debe incrementar la ingesta de otros, los pacientes oncológicos deben seguir una dieta especial.
Esta dieta persigue cuatro objetivos:

  • Depurar el organismo.
  • Fortalecer el sistema inmunitario.
  • Reducir la inflamación inherente al tumor.
  • Dotar al paciente de más vitalidad.

Este tipo de dietas deben ser pautadas por un médico nutricionista especializado en dietas anti-cáncer para que sea efectiva y equilibrada.
No obstante, hay ciertos alimentos que se deben evitar des del momento del diagnóstico del cáncer que son:

  • Los azúcares refinados: los niveles altos de consumo de azúcar se relacionan con niveles altos de incidencia de cáncer en estas sociedades. Se puede sustituir por sirope de agave, un edulcorante natural sin casi aporte glucémico.
  • Las harinas refinadas y el trigo: las harinas son carbohidratos, y como tal azúcares. Es más conveniente consumir harina de espelta integral, harina de quinoa o de kamut.
  • Carne roja y embutidos: estos dos alimentos no contienen fibra, por lo que dificulta la evacuación de los residuos. Además contiene nitratos y pesticidas debido a la alimentación de los animales y nuestro cuerpo los absorbe. Las carnes blancas se pueden consumir de vez en cuando, alternándolas con el pescado y la proteína vegetal (legumbres, frutos secos y tofu).
  • Lácteos: la leche y sus derivados acidifican nuestro organismo. Está probado científicamente que los tumores se desarrollan en un ambiente ácido. Para no perder el aporte de calcio diario que necesita el cuero humano podemos consumir almendras, nueces y tahini (pasta de sésamo).